domingo, 31 de enero de 2016

SALUD: La trombosis venosa profunda y el buceo

Investigadores y personal médico de DAN® responden a sus preguntas sobre medicina de buceo.
P: he oído que la trombosis venosa profunda (TVP) es una preocupación para las personas que realizan vuelos de larga duración. ¿Cuáles son los factores de riesgo para sufrir una TVP y, de suceder esto, podré practicar buceo?

R:


la TVP es una condición en la que se forma un coágulo de sangre en una o más de las venas profundas, por lo general en las piernas. Cuando los coágulos de sangre se liberan y se desplazan con la sangre, la TVP puede causar condiciones que ponen en riesgo la vida como por ejemplo un accidente cerebrovascular (ACV) o un tromboembolismo pulmonar (TEP). La TVP no está relacionada con el buceo, pero los buzos a menudo viajan y, por lo tanto, están expuestos al riesgo de sufrir una TVP.

Si bien la TVP durante un viaje es rara (la prevalencia de las personas que viajan en un avión durante más de ocho horas es del 0,3 al 0,5 por ciento), los factores de riesgo incluyen edad más avanzada (con un mayor riesgo después de los 40 años), obesidad, uso de estrógenos, embarazo reciente o actual, trombofilia, historias personales o familiares de TVP anteriores, cáncer activo, enfermedad grave, cirugía reciente, movilidad limitada, cateterización venosa central y una altura considerablemente por encima o por debajo de la media.

Si tiene pensado realizar un vuelo largo y cree que puede estar en mayor riesgo de sufrir una TVP, puede reducir la probabilidad de desarrollar la condición, para lo que debe usar medias de compresión y hablar con su médico de cabecera sobre los posibles beneficios de los medicamentos antiinflamatorios. También puede ser bueno pararse y caminar un poco, ejercitar los pies y las pantorrillas mientras está sentado y mantenerse bien hidratado.

Si desarrolla una TVP, no deberá bucear durante la fase aguda de la condición ni mientras tome anticoagulantes. Puede retomar la práctica de buceo después de sufrir una TVP, pero no debe hacerlo antes de consultar a un médico experto en medicina de buceo. Es menos probable que pueda volver a bucear después de un embolismo pulmonar, pero también es posible que pueda hacerlo tras consultarlo con un médico. Volver a practicar buceo después de un accidente cerebrovascular también debe ser evaluado de forma individual.

Para obtener más información sobre la TVP, consulte el blog de DAN "The Dive Lab" (El laboratorio de buceo) en DAN.org/TheDiveLab/DVT.
— Petar Denoble, M.D., D.Sc.

P: recientemente realicé un viaje de buceo donde el personal insistía con que todos debíamos beber de cinco a seis litros (aproximadamente 1,5 galones) de agua los días en que realizaríamos buceos. ¿Es esta realmente una buena idea?

R: esta práctica no es universal y no se recomienda. Razonar que si una pequeña cantidad de algo es bueno entonces una cantidad mayor debe ser mejor es una tendencia natural de los humanos, pero esa lógica rara vez es cierta. Consumir tanta cantidad de agua de hecho podría causar problemas médicos graves.

Una


posible complicación es la "hiperhidratación" o "intoxicación hídrica", un fenómeno en el que el consumo excesivo de agua da lugar a una disminución del sodio y otros electrolitos fuera de las células del cuerpo. La menor concentración de sodio fuera de las células significa que los niveles de sodio dentro de las células son relativamente mayores. El agua ingresará en las células para intentar equilibrar los niveles de sodio, lo que causará un aumento de su tamaño. A su vez, esto puede causar calambres de los músculos esqueléticos y abdominales. Además, el edema de las células del cerebro puede provocar confusión, cambios en la personalidad, problemas de coordinación y una falta de conciencia de la situación. Los casos de hiperhidratación graves y sin tratar pueden llevar a un estado de coma e incluso provocar la muerte.

Otra posible complicación para los buzos es un aumento en el volumen de sangre. Cuando nos sumergimos en el agua se produce una redistribución en el volumen de sangre desde los vasos periféricos hasta la circulación central. Esto es algo esperado y normal. Normalmente cuando se produce este cambio en la sangre la fuerza contráctil del corazón aumenta en consecuencia para compensarlo, pero un volumen de sangre anormalmente elevado puede afectar la función cardíaca en algunas personas. Esto puede provocar un edema pulmonar por inmersión (IPE, por sus siglas en inglés), que puede desarrollarse en la superficie, durante cualquier buceo independientemente de la profundidad. Básicamente, los propios fluidos del cuerpo se acumulan en los pulmones, lo que causa una falta de aire grave y una posible pérdida de la conciencia. Dependiendo de la gravedad de los síntomas, es posible que la persona necesite desde cuidados de apoyo hasta una intervención agresiva por parte de profesionales médicos.

Las posibles complicaciones de la hidratación excesiva superan cualquier beneficio percibido. Mantenerse bien hidratado es importante, pero no hay datos que indiquen que los buzos deban aumentar su consumo de líquidos de manera considerable. Sea escéptico de las declaraciones arriesgadas y no dude en preguntar cuáles son las fuentes de dichas recomendaciones.
— Marty McCafferty, EMT-P, DMT

P: pondré a prueba equipos en una serie de dos buceos de 60 minutos a 3 metros (10 pies) de profundidad a una altitud de 1.646 metros (5.400 pies). Al día siguiente ascenderé a una altitud máxima de 3.527 metros (11.570 pies) para realizar un viaje de esquí. ¿Es seguro conducir a una gran altitud después de los buceos?

R: tiene mérito al pensar con anticipación sobre el problema de ascender a grandes altitudes después de bucear. Si bien al planificar un buceo esto es algo que se olvida con facilidad, puede ser un problema importante dependiendo de los buceos y las altitudes.

En


general, lo mejor es evitar exponerse a grandes altitudes, ya sea a través de un viaje por carretera o por avión, poco tiempo después de bucear. Las pautas actuales de DAN para volar después de bucear recomiendan un intervalo de superficie mínimo antes de volar de 12 horas después de un solo buceo dentro de los límites de no descompresión, de 18 horas después de buceos repetitivos o múltiples días de buceo y "mucho más" de 18 horas después de buceos descompresivos.1 La altitud de exposición cubierta por estas pautas se encuentra entre los 610 y 2.400 metros (~2.000 y 8.000 pies). Los cambios de altitud de menos de 610 metros (2.000 pies) no se tienen en cuenta en la creencia de que el cambio de presión se ajusta a la variabilidad normal de la presión meteorológica. La mayoría de los datos disponibles no abordan los viajes a altitudes superiores a los 2.400 metros (~8.000 pies), pero esto desde luego representa un mayor grado de estrés descompresivo.

Sin embargo, las exposiciones de los buceos que mencionó son lo suficientemente modestas como para hacer referencia a las tablas de altitudes de la Marina de los Estados Unidos.2 Estas tablas se desarrollaron matemáticamente para considerar perfiles de buceo específicos en el cálculo de los límites de exposición a la altitud. La U.S. Standard Atmosphere3 (Atmósfera estándar de los Estados Unidos) describe una presión ambiental de 12,05 psi a una altitud de 1.646 metros (5.400 pies). La "profundidad equivalente" (que se necesita al utilizar tablas estándar basadas en el buceo a nivel del mar) se calcula multiplicando la profundidad de buceo real por la presión atmosférica a la altitud de exposición, y luego dividiendo el resultado por la presión normal a nivel del mar que se supone para las tablas. Por consiguiente, la profundidad equivalente es 3 metros (10 pies) x 12,05 psi / 14,7 psi = 2,5 metros (8,3 pies). La profundidad equivalente para una profundidad de buceo real de 4,6 metros (15 pies) es de 3,7 metros (12,3 pies) y para una profundidad de buceo real de 6 metros (20 pies) es de 5 metros (16,4 pies). Debido a las reglas de redondeo hacia arriba de las tablas de buceo, efectivamente no hay ningún cambio en las profundidades utilizadas para el cálculo de grupos repetitivos. (Nota: esto no ocurriría en buceos más profundos).

La revisión 6 de la tabla 9-7 de la Marina de los Estados Unidos coloca a un buzo que realiza un buceo a 3 metros (10 pies) durante 102 a 158 minutos en el grupo repetitivo C. Bucear a 5 metros (15 pies) durante 121 a 163 minutos colocaría al buzo en el grupo repetitivo E. Bucear a 6 metros (20 pies) durante 106 a 133 minutos colocaría al buzo en el grupo repetitivo F. El cambio de altitud desde el punto más bajo al más alto del viaje que especificó es de un poco menos de 1.890 metros (6.200 pies). La tabla 9-6 no restringe un ascenso de 2.134 metros (7.000 pies) de altitud para los grupos repetitivos A a D. El intervalo de superficie mínimo que se debe realizar antes de viajar es de una hora y 37 minutos para el grupo repetitivo E, de cuatro horas y 4 minutos para el F y de seis horas y 10 minutos para el G.

Suponiendo que los buceos se lleven a cabo conforme se planificó y que el viaje se realice al día siguiente (probablemente más de seis horas más tarde), debería haber un riesgo mínimo de sufrir una enfermedad por descompresión como resultado del buceo. Hay dos puntos que cabe destacar para aquellas personas que se expongan a grandes altitudes después de bucear. En primer lugar, la profundidad de 3 metros (10 pies) que manifestó en su caso es sumamente inusual. Exposiciones de buceo más normales merecerían intervalos de superficie más largos antes de viajar. El segundo punto es que aunque las tablas de la Marina de los Estados Unidos proporcionan programas aparentemente precisos, no consideran el sinnúmero de factores que pueden alterar el riesgo de sufrir una enfermedad por descompresión. Es importante mantener la mentalidad de prevención mediante el desarrollo de factores de seguridad adicionales siempre que sea posible.
— Neal Pollock, Ph.D.

Referencias
1. Sheffield PJ, Vann RD, eds. Flying After Recreational Diving Workshop Proceedings. Durham, Carolina del Norte: Divers Alert Network, 2004.

2. U.S. Navy Diving Manual, Vol. 2, Rev. 6. NAVSEA 0910-LP-106-0957. Comando Naval de Sistemas Marinos de los Estados Unidos (U.S. Naval Sea Systems Command): Washington, D.C., 2008: Capítulo 9.

3. U.S. Standard Atmosphere, 1976. Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (National Oceanic and Atmospheric Administration), Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (National Aeronautics and Space Administration) y la Fuerza Aérea de los Estados Unidos. NOAA-S/T 76-1562. Imprenta del Gobierno de los Estados Unidos (U.S. Government Printing Office): Washington, D.C., 1976; 227 pp.

Consúltenos
La línea de información médica de DAN está para responder todas sus preguntas médicas relacionadas con el buceo. Para comunicarse con el personal médico durante el horario de atención habitual (lunes a viernes de 9 a.m. a 5 p.m., hora del Este de los Estados Unidos) debe llamar al +1-919-684-2948, ext. 222. También puede enviar un mensaje de correo electrónico a través de www.DAN.org/contact.

© Alert Diver — 4to Trimestre 2014

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Biología: Las Coronas de Espinas y una perturbación favorable.




Durante millones de años, las estrellas de mar corona de espinas (COTS) han devorado colonias de coral, y han dejado atrás huesos de carbonato de calcio de color blanco.
Un brazo elástico armado con puntiagudas espinas cubiertas de toxinas se desplegaba lenta y silenciosamente sobre el borde de un gran coral de mesa. Uno a uno, delicados pies tubulares se extendieron desde la parte inferior del brazo y se aferraron al coral con ventosas. Poco después, aparecieron más brazos punzantes, y la totalidad del cuerpo de una enorme y flexible estrella de mar clamaba sobre la colonia de delicados pólipos. Debajo de la estrella de mar, el tejido blando de su estómago gradualmente se daba vuelta (se ponía al revés), cubriendo así una franja del indefenso coral. Las enzimas digestivas inmediatamente comenzaron a disolver los pólipos vivientes. El estómago de la estrella de mar absorbió los nutrientes licuados, y finalmente eliminó la totalidad del tejido que cubría los huesos subyacentes de carbonato de calcio del coral. En uno o dos días, la hambrienta estrella de mar devoraría toda la colonia de corales de esta manera, y dejaría atrás brillantes esqueletos de color blanco, para luego reptar hasta la siguiente colonia.

Este es el comportamiento peculiar pero típico de uno de los depredadores invertebrados más influyentes que se encuentran en los arrecifes de coral del Pacífico, la estrella de mar corona de espinas (Acanthaster planci). La estrella de mar está haciendo lo que sus ancestros hicieron durante milenios: comer los corales con los que evolucionaron hace millones de años. Al igual que muchas otras especies que no son ampliamente aceptadas como estéticamente agradables o que no se ajustan claramente a los conceptos populares de un océano saludable, las estrellas de mar corona de espinas (COTS, por sus siglas en inglés) son objeto de denigración. Su historia reciente se ha visto empañada por algunos brotes de poblaciones destructivas masivamente. En la actualidad, los grandes equinodermos que se alimentan de corales son habitantes familiares de los arrecifes del Pacífico tropical, y prácticamente todos los buzos y las personas que practican snorkeling los conocen. Al mismo tiempo, sin embargo, pocas personas aprecian la funcionalidad de la especie y la función que cumple en el infinitamente complejo ecosistema de arrecifes de coral.

La hambrienta estrella de mar que se encontraba sobre el coral Acropora era una hembra madura y pronto desovaría. A diferencia de otros equinodermos, no se tiene conocimiento de que las COTS se reproduzcan asexualmente a través de la autonomía de sus brazos; la reproducción sexual por medio del desove sincronizado por lo general coincide con los picos estacionales en las temperaturas del agua. Esta hembra, que tenía un gran tamaño y, por lo tanto, era bastante fecunda, puede liberar cerca de 60 millones de huevos por temporada de desove. La emisión de sus huevos en la corriente mientras los machos que se encuentran cerca liberan esperma al mismo tiempo debería producir huevos fertilizados que rápidamente se convertirán en larvas planctónicas. Las larvas de COTS, que se distribuyen de forma generalizada, normalmente pasan tres o cuatro semanas desplazándose a la deriva según el antojo de las corrientes del océano antes de instalarse en un arrecife.




Al pasar por este largo período larvario la especie ha podido extenderse hacia el este desde el oeste del Pacífico hasta el Golfo de California y hacia el oeste hasta el mar Rojo. Condiciones ambientales como la temperatura, la salinidad y la disponibilidad de alimento afectan el asentamiento de las larvas en arrecifes y la subsiguiente metamorfosis. Las COTS jóvenes son enigmáticas y comienzan sus vidas alimentándose de las algas coralinas incrustantes que normalmente se encuentran en los arrecifes. A esta corta edad su ritmo de crecimiento es exponencial; incorporan brazos y después de aproximadamente seis meses su dieta cambia. Pasan de ser herbívoros aparentemente inofensivos que consumen algas a depredadores que buscan y se alimentan de coral vivo.

La historia de la evolución de las COTS aún sigue siendo un misterio, pero la especiación a partir de los ancestros herbívoros sin duda coincidió con el éxito de los arrecifes coralinos en algún momento hace aproximadamente 1 millón a 3,7 millones de años en el sudoeste del Pacífico. Estudios genéticos recientes han indicado que la especie aún está sufriendo modificaciones, y A. Planci es, de hecho, un complejo de cuatro especies gemelas, o clados. Las COTS, que son similares a todas las estrellas de mar, son flexibles y no tienen un esqueleto rígido. Pero las espículas de carbonato de calcio con un diseño único proporcionan cierto soporte estructural y son la única evidencia de las COTS que puede encontrarse en los registros fósiles. Curiosamente, se han descubierto espículas de COTS en antiguos estratos del suelo, lo que indica que hubo un tiempo en que existieron grandes cantidades de COTS y que luego se extinguieron rápidamente. Estas capas de espículas sugieren la existencia de ciclos de auge y caída naturales en arrecifes de coral que tuvieron lugar mucho tiempo antes de que los humanos llegaran a muchas de las islas del Pacífico.

Las estrellas de mar corona de espinas aparentemente adquirieron su siniestro nombre en los últimos 50 años. Claramente, los buzos y las personas que practican snorkeling que exploran y aprecian los arrecifes de coral por su valor estético no están felices de ver cómo sus parques submarinos son diezmados por los brotes de estrellas de mar. En circunstancias ordinarias, hay de 1 a 15 COTS cada 100 metros cuadrados de arrecife. Durante los brotes, las cantidades pueden ser de un 400 a un 600 por ciento mayor de lo normal, y la mortalidad de los corales en un arrecife determinado puede oscilar entre el 50 y el 100 por ciento. Si bien se tiene conocimiento de los efectos de los brotes, los detonantes en cierto modo siguen siendo un misterio.

Brotes
Un brote se produce cuando la cantidad de COTS que hay en un arrecife aumenta rápidamente y, por consiguiente, consumen coral a una velocidad mayor de lo que estos corales crecen. Las estrellas tienen preferencia por especies de coral en particular como los corales de mesa y cuerno de ciervo, pero en general simplemente actúan como un devastador incendio forestal viviente que se desplaza lentamente. Los brotes modifican los arrecifes drásticamente; la duración y gravedad varía enormemente, lo que significa que algunos arrecifes y regiones se ven mucho más afectados que otros. Después de que las COTS devoran todos los corales comestibles del área, las algas velozmente colonizan la mayoría del espacio recientemente disponible. La comunidad de peces cambia e invertebrados sésiles como esponjas y corales blandos crecen en áreas que alguna vez estuvieron cubiertas por corales duros. Después de un brote pueden pasar décadas antes de que un arrecife pueda recuperar su biodiversidad original, y algunos arrecifes nunca se recuperan completamente.

Durante las últimas décadas los investigadores han planteado una serie de hipótesis sobre cómo y por qué se producen brotes de COTS. Las hipótesis se dividen en dos categorías básicas: aquellas que consideran a los brotes un suceso natural y recurrente y aquellas que suponen que los brotes son acontecimientos recientes y novedosos. Las dos categorías no son necesariamente excluyentes mutuamente; mientras que aún se discute sobre las raíces subyacentes de los brotes, es probable que sean causados por una combinación en constante cambio de factores naturales y antropogénicos.




Si bien el primer brote de COTS que se documentó científicamente tuvo lugar en Japón en 1957, existen pruebas fehacientes de que se hayan producido brotes anteriormente. Se han encontrado periódicamente elementos esqueléticos (huesecillos) de COTS en grandes cantidades en sedimentos de arrecifes de los últimos 7.000 años. Las explosiones de poblaciones aparentemente fueron impulsadas por la abundancia de corales y el éxito de las larvas de COTS al asentarse y sobrevivir a las primeras etapas de la vida. Para una especie que produce decenas de millones de huevos en cada temporada de desove, sólo un pequeño aumento del porcentaje en la supervivencia de las larvas podría dar lugar a grandes cantidades de adultos en el transcurso de un año. Se ha demostrado que las larvas de COTS sobreviven mejor en condiciones de baja salinidad y temperaturas cálidas, y esto se puede observar en el hecho de que la mayoría de los brotes ha tenido lugar en arrecifes que rodean islas altas o cerca de continentes donde se producen vertidos de agua dulce estacionalmente.

A principios de la década de 1980, Charles Birkeland, que en la actualidad es profesor de biología en la Universidad de Hawái, propuso la hipótesis de los vertidos terrestres que afirmaba que los nutrientes de los vertidos de agua dulce, especialmente como resultado de grandes tormentas, causan floraciones de fitoplancton que estimulan el suministro de alimento para las larvas de COTS. Suponiendo que bajo circunstancias normales la mayoría de las larvas de COTS pase hambre por falta de alimento, un aumento en la supervivencia de las larvas y en su reclutamiento dará lugar a brotes posteriores. Con los aumentos en las poblaciones de humanos a lo largo de todo el Pacífico y un mayor aporte de nutrientes, a menudo proveniente de fuentes agrícolas, se están produciendo floraciones de fitoplancton con una frecuencia mayor a aquella registrada en décadas anteriores y se están creando condiciones Óptimas para las larvas de COTS.

Una de las hipótesis populares de por qué los brotes se han hecho más comunes es la reducción de los depredadores de COTS. Se sabe que al menos 12 especies diferentes, incluso cangrejos, camarones, poliquetos, gastrópodos y peces, asedian a COTS jóvenes o adultas. Pero la mayoría de los depredadores no se alimentan de larvas de COTS ni adultos si se tienen otras opciones de alimento. Los huevos y las larvas de COTS están protegidos por toxinas, y los adultos cubiertos de espinas pueden resistir todo menos el ataque de los depredadores más efectivos; los enigmáticos jóvenes son probablemente los más vulnerables, pero prácticamente no hay evidencia que indique que la depredación controla el tamaño de las poblaciones de COTS.

La hipótesis de la perturbación intermedia


Independientemente de los orígenes y las consecuencias de los brotes, las COTS generalmente contribuyen al mantenimiento de la diversidad de los arrecifes tal cual se define en la hipótesis de la perturbación intermedia (IDH, por sus siglas en inglés). Las perturbaciones despejan el hábitat y provocan la inmigración de las especies hacia un especio despejado recientemente, como las colonias de corales muertos. La IDH afirma que la diversidad de especies se maximiza cuando se produce una perturbación ecológica a un ritmo determinado para que coexistan especies de crecimiento tanto rápido como lento.

Cuando la perturbación es eliminada, la riqueza de las especies disminuye a medida que la exclusión competitiva aumenta. En otras palabras, las especies que compiten por los mismos recursos no pueden coexistir en el mismo nicho. Al alimentarse de corales de crecimiento rápido, una cantidad normal de COTS ayuda a mantener sistemas de arrecifes resistentes. Los corales de crecimiento rápido, si no se mantienen bajo control, tienen la posibilidad de cubrir los arrecifes por completo, creando así un hábitat monotípico que es susceptible de colapsar bajo una serie de tensiones medioambientales. Cuanto más diverso sea el sistema de arrecifes, mayor será su capacidad de soportar diferentes cambios y presiones medioambientales. Por un lado, todas las especies de un arrecife están en riesgo de extinguirse cuando hay demasiadas perturbaciones. Por lo tanto, las COTS, en condiciones ordinarias, tienen un rol fundamental en los ecosistemas de arrecifes del Pacífico.



Mientras que las causas subyacentes de los brotes de COTS aún son objeto de debate, es probable que sean causados por una combinación de factores naturales y antropogénicos en constante cambio.
La estrella de mar hembra había terminado su comida y, al aparecer la luz de la mañana, el animal comenzó a mover todos sus pies tubulares al unísono, reptando hacia el lado sombrío del coral. Detrás de la estrella de mar había quedado una marca blanca sin vida. Pero esa marca pronto sería un sustrato para que nueva vida colonizara, compitiera y contribuyera a las transferencias de energía que se producen continuamente en el ecosistema de arrecifes. Por el momento, la estrella de mar descansaría. En cuestión de horas, continuaría mecánicamente el negocio de ayudar a mantener la diversidad y la salud de todo el ecosistema de arrecifes.

Aparentemente, los brotes son botones de reinicio naturales así como también fuentes de devastación antropogénicas recurrentes. Es hora de que haya un cambio de paradigma, o quizás un enfrentamiento con la realidad, con respecto a qué pensamos de las COTS y su influencia sobre los arrecifes. Debemos comenzar a analizar las formas en que los humanos se involucran en el proceso de los brotes: los incrementos de la temperatura en la superficie del mar y el aporte de nutrientes a lo largo de las regiones costeras como consecuencia del cambio climático antropológico. Analicemos las COTS no como un cáncer en los arrecifes del Pacífico sino como un jugador integral que ha evolucionado naturalmente en entornos de arrecifes saludables. Es el momento de centrar menos la atención en controlar las COTS y más en manejar las poblaciones humanas, sus actividades y su ignorancia.

© Alert Diver — 1er Trimestre 2015

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VIDEO: PROJECT AWARE


DAN Guías Inteligente - 7 errores que cometen los buzos y cómo evitarlos.

http://media.dan.org/DAN-SmartGuide-DiveMistakes-spanish.pdf